Antes de comenzar esta crítica he de decir que no le he leído el famoso libro de Stieg Larsson por lo que mi experiencia en el cine probablemente difiera (o quizás no) de la de una persona que se ha leído el libro y conoce a la perfección a los personajes y la historia principal de LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA. La primera película nos sorprendió y nos gustó mucho, hasta el punto de tener muchas ganas de ver esta segunda parte, sin embargo la experiencia con la secuela ha sido un poco decepcionante... La trama de esta segunda película es cuanto menos increíble -tanto lazo familiar de la prota, como el hermano de Lisbeth sacado poco menos que del circo de los horrores desvirtúa la esencia del primer film- y además la trama del film desarrolla a base de un montón de casualidades un tanto absurdas... si todo esto no fuese suficiente el final parece copiado del final de un episodio de Buffy La Cazavampiros... que para una serie sobrenatural, vale... pero para una peli que pretende ser seria, como que no procede! El personaje de Lisbeth sigue molando, pero tiene mucho menos protagonismo en la peli y para colmo hay tantos nombres de personajes suecos que suenan tan parecido que al final no sabes si hablan del pescadero, del padre o de la hermana fea de Shrek... Seguir la historia resulta una misión imposible! Como podéis comprobar a nosotros nos ha dejado bastante fríos, pero vosotros veréis, igual si sois muy fans de los libros...
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