Hay muchas cosas en esta vida que son complicadas de explicar pero que SHAME se haya quedado sin una sola nominación a los Oscars es algo que me deja atónito. Vale, puede que el tema sea un pelín escandaloso para las mentes puritanas de Hollywood pero difícilmente vamos a ver este año una interpretación mejor que la de sus protagonistas Michael Fassbender (Xmen: Primera Generación) y Carey Mulligan (Drive) que están de sobresaliente, en especial Fassbender que da la talla en todos los sentidos y la supera con creces (ejem, ejem..!).
La película es de esas donde los silencios ensordecen y cada mirada va cargada de un cúmulo de sensaciones que te atraviesan. Las escenas de sexo tampoco son para tanto, lo normal en cualquier película española (jejejeje!) y aunque juegan un papel muy importante en la historia la escena que más me impactó fue la de la cita de Fassbender con su guapísima compañera de trabajo (arriba en la foto), la conversación que tienen es absolutamente fascinante.
En definitiva, no saldrás con buen rollito del cine pero sí con la sensación de haber presenciado una pequeña obra maestra.
La película es de esas donde los silencios ensordecen y cada mirada va cargada de un cúmulo de sensaciones que te atraviesan. Las escenas de sexo tampoco son para tanto, lo normal en cualquier película española (jejejeje!) y aunque juegan un papel muy importante en la historia la escena que más me impactó fue la de la cita de Fassbender con su guapísima compañera de trabajo (arriba en la foto), la conversación que tienen es absolutamente fascinante.
En definitiva, no saldrás con buen rollito del cine pero sí con la sensación de haber presenciado una pequeña obra maestra.
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