Cuando la serie americana Ugly Betty llegó a su final no pude evitar sentirme un poco huérfano por la gran pérdida de la que considero que es una de las mejores comedias que han deslumbrado la pequeña pantalla. Después de vagar tristemente por el mundo sin ganas de vivir, llegó a mis manos el piloto de una curiosa serie llamada JANE THE VIRGIN. Me bastaron 5 minutos para saber que estábamos ante una digna sucedora de la fea televisiva y una de las guilty pleasures más adictivas de los últimos tiempos.
Una comedia exagerada como los mejores culebrones venezolanos con unos personajes de los que te enamoras desde el primer minuto como la dulce Xiomara (la madre de Jane), el pesado pero simpático Rogelio de la Vega (padre de Jane y estrella de culebrones), la altamente religiosa Alba Villanueva (abuela de Jane) y por supuesto la propia Jane, interpretado con muchísima gracia por Gina Rodríguez, todo un acierto que la ha llevado a ganar varios premios.
La trama principal es tan enrevesada como entretenida y cuenta con una particularidad que la diferencia de otras series y es que los dos love interests de Jane son a cada cual más majos y es imposible decantarse por uno u otro. Yo personalmente soy team-Rafael Solano (sólo hay que ver lo buenorro que está!) pero en ciertos capítulos no puedo evitar desear que Jane acabe con su cariñoso ex Michael Cordero.
En definitiva, Jane The Virgin es una de las grandes sorpresas de la temporada en cuyo season finale nos dejaron completamente en shock con el graciosillo del narrador comentando que la resolución "quedará para después porque estamos ante el final de esta primera parte". Mi gran "NOooooooOOOOooOOOooOoooooo" se escuchó hasta en Cuenca.
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