La serie británica MISFITS ya me dejó boquiabierto con su primera temporada el año pasado por su calidad, guión y sobre todo por su originalidad. Y es que sorprender a estas alturas con historias sobre superhéroes no es fácil, pero aquí lo han conseguido. Esta segunda temporada no alcanza la genialidad de su predecesora, pero aún así consigue momentos realmente brillantes como el episodio del chico con lacto-telequinesis...genial! La vida de los 5 protagonistas avanza a un ritmo frenético (atención al personaje invisible de Simon Bellamy interpretado por el atractivo Iwan Rheon!) y culmina en una season finale que promete cambiarlo todo. La próxima temporada promete ser de traca...aunque no sé si será igual sin su personaje estrella, el descarado y deslenguado Nathan Young (interpretado por Robert Sheehan) que ya ha confirmado oficialmente su abandono por voluntad propia de la serie...se le habrá subido el divismo a la cabeza? Una pena...
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