Después de tantos meses deseando ver el remake de VIERNES 13 por fin he podido disfrutar (aunque no tanto como esperaba) de Jason Voorhees y de todos sus crímenes. La película está bien aunque no llega a la altura del remake que hizo este mismo director en 2003 de La Matanza de Texas ya que carece de lo mejor que tenía esa película... esa vuelta al pasado y de ese despiadado y macabro asesino. Tras un prólogo magistral, la película nos presenta a un grupo de jóvenes de vacaciones en los alrededores de Crystal Lake y al prota, (Jared Padalecki) que también está por la zona para buscar a su hermana desaparecida hace algunas semanas, a partir de este momento Jason comenzará a hacer de las suyas. Lo mejor de la película son sin duda los guiños al film original (como el final o la escena del saco de dormir), y el climax final a partir de la escena en los túneles subterráneos y lo peor que el momento en el que Jason se erige como el asesino que es colocándose la mascara no tiene fuerza alguna, la falta de tensión en la mayoría de los crímenes y que al contrario que sus compañeras de reparto Padalecki no enseñe nada de carne... con lo bueno que está el chaval!
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