La nueva película de la tremendamente exuberante Megan Fox, JENNIFER'S BODY podría haber sido grande de no ser por su extremadamente irregular ritmo. Se le echa en falta mucha más acción demoníaca y un poco más de despliegue de medios pero no deja de ser una película medianamente entretenida, en gran parte debido a su actriz principal (que no es Fox), la "mamma mía!" Amanda Seyfried que está genial en el papel de la amiguita feucha (la escena del beso entre las dos protagonistas es capaz de poner cachonda a una piedra!). Megan Fox podría salir en una película muda y nunca nos cansaríamos de ver esos labios carnosos y ese cuerpazo de escándalo a juego con unos hipnóticos ojazos azules...me da igual lo que diga Michael Bay de ella...esta tía está como un queso! Otro punto a su favor es su sentido del humor, cortesía de la ganadora de un Oscar Diablo Cody (qué nombre más apropiado para esta película!) que una vez más nos da su particula visión de la juventud actual. En definitiva, no es el largometraje del año, pero tampoco lo pretende. Se deja disfrutar.
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