Cualquier cosa que diga en esta crítica no os hará llegar ni de lejos la increíble experiencia que ha sido ver BIG LOVE - TEMPORADA 4, que nos ha durado un suspiro (vale, son sólo 9 episodios de casi 1 hora de duración, pero menuda adicción que nos ha provocado!). Puedo decir sin miedo a equivocarme, que tras esta temporada (que por cierto estrena maravillosa cabecera nueva cómo sólo pueden hacerlo los de la HBO), los polígamos con más problemas de la televisión se han convertido en una de nuestras series favoritas de todos los tiempos. Sí, es así de buena.
Esta vez hemos sido testigos de un nuevo (y sorprendente) rumbo en la gran familia Henrickson, grandes cambios para todas y cada una de las mujeres de Bill (se confirma, ADORO a Chloë Sevigny!) y una sobrecogedora trama gay (muyyyy fueeerte!).
En resumen, una nota de 10 en todos los departamentos para una serie ya de culto con especial mención a ese fantástico plano final que me puso los pelos de punta y que nos prepara de lleno para dejarnos boquiabiertos con su 5ª y última temporada. No tengo palabras!
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