Llevo un poco de retraso con todas las series que hemos terminado de ver últimamente (que han sido unas cuántas...) pero prometo ponerme al día. La última gran maravilla que hemos visto ha sido GREY'S ANATOMY (Season 7) que a pesar de llevar 7 años en antena (ahora van por la octava) no hace más que mejorar en cuanto a absolutamente todo, guiones, personajes (adoro a la Dr. Torres, la ADORO! y estoy secretamente enamorado del Dr. Jackson Avery y sus ojazos verdes!), etc. Siempre intentan ir un paso más allá y no dormirse en los laureles al regalarnos momentos únicos.
Boquiabiertos nos hemos quedado al asistir a ese sobrecogedor episodio musical y al estresante episodio en tiempo real. Mi amor por esta serie no hace más que engrandecer temporada a temporada, es por ello que cuando toca ponernos algún capítulo es sentirse como en casa (vale, es que estamos en casa, pero ya me entendéis!) y el tiempo vuela y sin darnos cuenta nos hemos visto del tirón 8 episodios. No estoy exagerando.
Por sacarle alguna pega (y algún televisor) tengo que admitir que acostumbrados a los tremendos cliffhangers de temporada, esta me resultó un pelín anticlimática y normalucha.
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