La película que ha apartado de las calles a Keanu Reeves es 47 RONIN, el debut de Carl Rinsch para contar una historia de venganza a la vieja usanza de Japón envuelto todo ello en un halo de cine fantástico con bichos, monstruos y un montón de efectos especiales.
Todo esto nos parecería de lo más apetitoso si no fuera porque se trata de una de esas películas malditas que se han ido retrasando hasta la extenuación debido a que los productores decidieron prescindir del director a la hora del montaje final y de las innumerables grabaciones extra para incluír más acción á la Hollywood. Todo eso nunca es bueno. El caso es que por lo menos el tráiler tiene muy buena pinta. Pinchad aquí mismo.
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