Tras una anterior temporada bastante floja con múltiples idas de olla entre ángeles, demonios, Lucifer y el mismísimo Dios, por fin hemos podido disfrutar a gusto de las aventuras de los hermanos Winchester en esta séptima vuelta de tuerca.
Ha sido hasta refrescante poder volver a la magia de las primeras temporadas con Sam y Dean luchando contra "simples" seres sobrenaturales pero sin dejar de lado la gran mitología que se está formando en esta serie, una de las más longevas de la CW.
En estos 23 episodios somos testigos de cómo no hacen falta tramas enrevesadas y complicadas para obtener una temporada entretenida. La tortura de Sam, varios regresos inesperados, personajes nuevos (le doy la bienvenida a la maravillosa Felicia Day al universo Supernatural) y una grandísima pérdida que trastocará todos los planes de los hermanos. Todo ello mientras se intenta acabar con la nueva amenaza en forma de los incansables Leviathan.
Alguna pega? Pues a parte de resolver en un pis pas una de las tramas importantes (la de Sam), la cagan bastante con su anticlimático season finale que deja más sensación de déjá vu que de otra cosa al caer una vez más en lo mismo que ya hemos visto varias veces. Se les estarán acabando las ideas? Teniendo en cuenta que acaba de comenzar la novena temporada no...
No hay comentarios :
Publicar un comentario