Parecía que con AMERICAN HORROR STORY: FREAK SHOW se iba a romper por fin la temible maldición de todas las temporadas en las que empiezan a lo grande y por todo lo alto para, poco a poco, ir desinflándose haciendo que el espectador pierda todo interés.
Una vez más ocurre lo mismo con esta 4ª temporada, que comienza con un apoteósico payaso capaz de hacerse cagar en las bragas al mismísimo Pennywise (del famoso libro de Stephen King IT), otro villano con "pinta de actor de Hollywood" pero más sádico que Charles Manson, mucho rollito gay con ayuda del guapísimo Matt Bomer y todo el fantástico elenco al que ya nos tiene acostumbrados esta magnífica serie (una vez más Jessica Lange es el alma de la serie).
Es por ello que no entiendo cómo es posible que la historia caiga tan en picado hacia la mitad y se vuelva más aburrida que un acuario de almejas. Es una pena que con lo increíblemente bien hecha que está, no le presten un poquito más de atención extra a los guiones.
Menos mal que los últimos capítulos levantan un poco el vuelo, en concreto ese maravilloso especial que le dedican a la grandísima Pepper, que hila con la anterior temporada COVEN y sobre todo la series finale donde se descubre el destino del maniático asesino Dandy.
Aún con todo lo malo, seguimos estando ante una serie pionera en su género que siempre sorprende por sus magníficos efectos especiales (lo de las siamesas es de quitarse el sombrero) y que no duda nunca en ir un paso más allá de lo moral y ético. Todo un referente que esperemos siga con nosotros muchas más temporadas.
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