Yo ya era consciente de que el director Ridley Scott estaba en plenísima forma con la fascinante (infravalorada y vapuleada Prometheus) y con MARTE (THE MARTIAN) vuelve a demostrar que es uno de los mejores en el género de la ciencia ficción. El actor Matt Damon la vuelve a liar parda y consigue ser el centro de atención una vez más tras ser el Soldadito Ryan al que hay que rescatar a toda costa y el misterioso Dr. Mann abandonado en un planeta "interestelar". Esta vez se queda solito, dado por muerto en Marte y con el instinto de supervivencia al máximo. Lo que ocurre en las próximas dos horas de metraje es una delicia para los fans espaciales: un toque de Wall-e, otra pinceladita de Contact, algo de Armageddon y un poquito de Gravity. Y todo ello envuelto en el magistral empaque que le suele dar Scott a sus películas. Un espectáculo que entretiene, emociona y asombra en su más que correcto 3D, muy recomendable.
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