Hemos Visto: DEADPOOL

El genial póster promocional básicamente te resume toda la película: "Malote, graciosillo y culazo". Efectivamente, así es el DEADPOOL de Ryan Reynolds, un personaje que le va como anillo al dedo y por el que lleva luchando más de 11 años para llevarlo a la gran pantalla, de ahí que sea productor del film. Es refrescante asistir a una película de superhéroes que no teme cruzar los límites de lo moral ni la ética. Violencia extrema, sangre, gore y muchísimo humor negro empapan a esta atípica producción de Marvel, la primera en su especie. De ahí que esté arrasando allá por donde se estrena, cosa que nos alegra enormemente porque así tendremos Deadpool para rato.

Pero no sólo estamos ante el wet dream de cualquier amante del universo superheroico, encima está muy bien hecha y dirigida. No hay más que fijarse en los estupendos créditos iniciales (te dejan boquiabiertos) y finales (te descojonas), flipar con escenas como la pelea entre Deadpool y Colossus, la épica batalla entre Colossus y la cañera Angel Dust (guapísima Gina Carano), morir de gusto al comprobar lo interconectado que está con el mundo X-Men, bailar a ritmo de la buenísima elección de su banda sonora (rescatando el genial SHOOP de Salt N Pepa), deslumbrarte ante la belleza de una cada vaz más guapa Morena Baccarin y descojonarte con las varias referencias cinéfilas a pifias varias del propio actor Ryan Reynolds (ejem...Green Lantern...). Por cierto, os confirmo ese rumoreado desnudo frontal del actor, aunque la escena no es para ponerse cachondo, precisamente...

 Sólo una pega, es posible que debido a la mastodóntica campaña de publicidad que está recibiendo, hayamos visto ya gran parte de la película en algunos de sus 300 tráilers o mini-clips promocionales.

 Y atención a esa escena after-credits de lo más friki. A ver quién es el guap@ que identifica el homenaje ;-)

En definitiva, Deadpool es un producto desternillante que se nota que está hecho con pasión y dedicación por gente que adora al personaje de cómic y que se han asegurado de que conserve el espíritu original a toda costa.