Hay series que nacen con estrella y que desde el primer momento se convierten en fan favorite. Esto es lo que le ha pasado a JANE THE VIRGIN, que tras sólo una temporada ya era considerada una de las grandes. Y razones no le faltan: tramas culebronescas escandalosamente ridículas y divertidas y un pedazo de reparto impresionante a cada cual más carismático. Su season 1 me dejó boquiabierto (y con agujetas de tanto reír) pero con su segunda tanta de episodios ya estoy completamente enamorado de Jane y de toda su familia.
Intentar resumir todo lo que ha ocurrido en esta temporada me podría llevar todo el día, así que sólo os diré que si no la seguís os estáis perdiendo el pérfido plan de Sin Rostro, la pesadilla hecha realidad de Rogelio, los nuevos familiares sorpresa de varios protas, las varias meteduras de pata de Xiomara y el desenlace de uno de los triángulos amorosos más entrañables de la televisión entre Rafael-Jane-Michael. Guilty pleasure hecha serie! Grande!
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