Estoy seguro que Amazon Studios han tenido que flipar lo más grande con el recibimiento de público y crítica que ha tenido su primera serie original TRANSPARENT. Le llueven los halagos, el boca a boca no puede ser más positivo y encima les caen premios tanto al equipo técnico como al reparto, muy especialmente a su protagonista Jeffrey Tambor que ha hecho de Maura Pfefferman todo un icono cultural del movimiento trans, ganando el Golden Globe a mejor actor.
En esta tercera temporada vemos como Maura se siente cada vez más segura y aceptada en su nueva vida, a la vez que intenta mejorar su apariencia. Sus hijos siguen su habitual desparrame al meterse todos y cada uno de ellos en unos berenjenales que no son ni medio normal. Sarah (Amy Landecker) tiene un lio en la cabeza que es para que la encierren, Josh (Jay Duplass) decide probar algo nuevo sólo para cagarla aún más, Ali (Gaby Hoffmann) descubre el miedo al compromiso mientras que la gran Shelly (Judith Light) despide la temporada con un homenaje que me toca muy de cerca y que me encantó. Muriéndome de ganas de seguir con esta peculiar familia en una cuarta tanda de episodios.
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