Me encanta ir al cine sin grandes expectativas y salir con un subidón de parraque total. La última vez que experimenté algo parecido fue con Prometheus (Ridley Scott, 2012), una película que aunque cuenta con una legión de haters, eso no ha evitado que se convierta en otro gran clásico de la ciencia ficción.
Muchos estaréis pensando "Pues si Prometheus le pareció buena, LIFE tiene que ser un truño de ciudado". Pues si habéis pensado eso, con no ir al cine lo tenéis fácil. Para los demás que sois un poco más abiertos de mente, os comento que la película del sueco Daniel Espinosa (el nombre parece de todo menos sueco, no?) homenajea de forma magistral clásicos del género como Alien o Gravity, con la eterna fórmula de bicho-creado-en-laboratorio-que-sale-mal rodado en un ambiente claustrofóbico al máximo. El film ya contaba con todos los ingredientes necesarios para que yo no me mueva de la butaca, pero si encima le añades un reparto más que interesante como Ryan Reynolds, Jake Gyllenhaal y Rebecca Ferguson, entonces ya tenemos un éxito entre manos.
Por cierto, a nadie más le parece que Calvin es una mezcla entre la planta carnívora de Little Shop of Horrors y Stitch? Terrorífico y adorable! Qué gran personaje, sin dudarlo, lo mejor. El robaescenas de todo el elenco!
Pues LIFE es desde ya mismo, uno de mis favoritos del año. Sólo espero que se anuncie una secuela pronto, que me muero por saber qué va a pasar a continuación!
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