A todo el mundo le gusta un buen comeback y lo de KESHA ha sido de mear y no echar gota. Tras pasar un calvario con denuncias, juicios y acusaciones, la americana regresa por la puerta grande con un discazo de esos que marcan a la primera escucha. Un álbum cargado de letras significativas que parecen un exorcismo del que Kesha se despacha a gusto contra sus enemigos pero desde una postura tan sumamente zen que la experiencia resulta de lo más refrescante y positiva. Aún se me ponen los pelos de punta al escuchar ese potentísimo primer single PRAYING donde le dice a su némesis, el productor musical Dr. Luke "Espero que estés en algún lugar rezando. Espero que su alma esté cambiando. Espero que encuentres la paz, de rodillas rezando."
Estamos ante una Kesha muchísimo más madura, musicalmente hablando, con una energía renovada y 14 canciones absolutamente épicas.
Lo Mejor: La obra maestra que supone la portada, la liberadora PRAYING, la puñeta a Donald Trump que es WOMAN, la country BASTARDS, la melancólica e inclusiva HYMN, la muy positiva LEARN TO LET GO, la poderosa balada que da título al disco RAINBOW, la cañera BOOGIE FEET y la simpática e inclasificable GODZILLA.
Lo Peor: Que la colaboración con la mítica Dolly Parton OLD FLAMES (CAN'T HOLD A CANDLE TO YOU) sea el peor track del álbum.
El Track Obsesión: La absolutamente genial colaboración con los Eagles of Death Metal, LET 'EM TALK. Toda una sorpresa!
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